Una canasta contra la violencia, la obesidad y el abandono escolar
Por Bruno Cortés
En el Congreso no todo se discute con números fríos o discursos acartonados. A veces, la política baja a la cancha, se pone tenis y habla de algo tan cotidiano como lanzar un balón al aro. Así ocurrió cuando el diputado Reginaldo Sandoval Flores, coordinador del Grupo Parlamentario del PT, puso sobre la mesa una idea sencilla pero poderosa: el deporte, y en particular el básquetbol, puede cambiar la vida de niñas, niños y jóvenes en México.
Durante el foro “Básquetbol para el desarrollo de los jóvenes”, Sandoval explicó que este deporte no es solo un pasatiempo, sino una verdadera política pública de impacto social. El básquetbol, recordó, es uno de los deportes más practicados del mundo, con más de 450 millones de personas jugándolo de manera organizada o recreativa. En México, además, está entre los cinco deportes más populares, sobre todo en escuelas públicas, colonias urbanas y comunidades rurales, porque no requiere grandes inversiones: una cancha, un balón y ganas de jugar.
Pero el mensaje fue más allá del entusiasmo deportivo. Sandoval puso cifras sobre la mesa para explicar por qué el deporte también es salud pública. Practicar deporte de manera regular puede reducir hasta en 40 por ciento el riesgo de sobrepeso y obesidad, dos de los problemas más graves que enfrenta el país. Dicho en corto: cada hora en la cancha es una hora menos de sedentarismo, y eso se traduce en menos enfermedades y menos presión para un sistema de salud ya saturado.
El diputado también habló de algo que no siempre se mide, pero que se siente en la vida diaria: el deporte enseña disciplina, respeto a las reglas, trabajo en equipo y cooperación. En otras palabras, habilidades que no solo sirven para ganar partidos, sino para enfrentar la escuela, el trabajo y la vida misma. Además, subrayó, el básquetbol es incluyente: lo juegan mujeres y hombres por igual, rompiendo barreras y fomentando la igualdad desde edades tempranas.
Otro punto clave fue la prevención. Sandoval destacó que los jóvenes que participan en actividades deportivas organizadas tienen menores índices de deserción escolar y desarrollan mejores habilidades sociales y emocionales. El deporte, dijo, funciona como un escudo que reduce la probabilidad de que niñas, niños y adolescentes caigan en conductas de riesgo. En términos de políticas públicas, esto significa menos abandono escolar, menos violencia y menos adicciones a mediano y largo plazo.
Pero el discurso no se quedó solo en el deporte comunitario. También se habló del alto rendimiento. Apoyar a quienes deciden llevar su disciplina al máximo nivel, explicó Sandoval, es invertir en excelencia, en orgullo nacional y en referentes positivos para las nuevas generaciones. Para eso, dijo, se necesita infraestructura adecuada, entrenadores capacitados y apoyos integrales. No es gasto: es inversión en talento juvenil y en la imagen del país dentro y fuera de México.
Al cierre, el legislador dejó claro que estos foros no son solo ceremonias, sino espacios para aprender, inspirarse y comprometerse. Desde el Congreso, aseguró, existe la disposición para entrarle a la discusión y mejorar las condiciones de infraestructura deportiva, especialmente en las zonas donde más se necesita.
La diputada Margarita García García, del PT y secretaria de la Comisión de Salud, reforzó el mensaje desde otro ángulo: la prevención. Con un lenguaje directo, señaló que ningún hospital será suficiente para atender enfermedades como la obesidad o la diabetes si no se atacan los malos hábitos desde la raíz. Para ella, el deporte es uno de los aliados más efectivos para cuidar la salud antes de que aparezca la enfermedad.
Por eso, convocó a la ciudadanía a sumarse a la Estrategia Nacional de Baloncestos, una iniciativa que busca canalizar la pasión por este deporte para construir un legado duradero para futuras generaciones. La idea es clara: más canchas activas hoy, menos hospitales saturados mañana.
A su vez, la diputada Paola Longoria López, de Movimiento Ciudadano y presidenta de la Comisión del Deporte, puso el foco en una ventaja que México ya tiene: la infraestructura. Muchas escuelas cuentan con canchas de básquetbol y no siempre se aprovechan. Ese espacio, dijo, es una oportunidad enorme para transformar la vida de niñas, niños y jóvenes, formar valores, prevenir la violencia, las adicciones y, sobre todo, el abandono escolar.
Longoria asumió el evento como un compromiso social y educativo, y se comprometió a seguir trabajando para que las y los jóvenes tengan oportunidades reales de cumplir sus sueños. Invertir en básquetbol, concluyó, es invertir en educación, en juventud y en un mejor país. Con un mensaje motivador, deseó éxito a las selecciones nacionales y recordó que la disciplina, el esfuerzo y la perseverancia no solo ganan partidos, también construyen futuros.
You may also like
Archivos
Categorías
- Análisis y Coyuntura
- Animales
- Cámara de Diputados
- Cámara de Senadores
- CDMX
- Ciencia
- Ciencia y Tecnología
- Cine
- clima
- Columnas
- Cultura
- Cultural
- Deportes
- Economía
- educacion
- Entretenimiento
- Espectaculos
- Estados
- Estilo De Vida
- Experiencia gourmet
- Fotografía
- Hogar
- Interesante
- Internacional
- Internacionales
- legislativo
- medio ambiente
- Nacional
- Negocios
- Politica
- Principal
- PRINCIPIAL
- Salud
- Salud y Belleza
- Seguridad
- Tecnología
- Turismo
- Uncategorized
Deja una respuesta