¡Tuzas campeonas! Pachuca hace historia pese a la derrota

Por Juan Pablo Ojeda

Parece mentira, pero esta vez el fútbol sí fue justo. Las Tuzas de Pachuca, después de años de estar cerca, finalmente levantaron su primer título de la Liga MX Femenil. Y lo hicieron de una manera que solo las grandes escuadras logran: resistiendo con el corazón, aguantando con diez jugadoras, y escribiendo historia pese a perder el partido de vuelta.

El marcador del lunes en el Estadio Azul fue 2-0 a favor del América, pero el global quedó 3-2 para las de Hidalgo. Porque el viernes pasado, en el juego de ida, Pachuca dio un golpe de autoridad con un 3-0 que nadie vio venir. Esa ventaja fue suficiente para aguantar la tormenta azulcrema y coronarse como las nuevas reinas del fútbol femenil mexicano.

América salió a comerse la cancha, y lo logró por momentos. El equipo dirigido por Ángel Villacampa, que lamentablemente sigue sin poder ganar una final en México (y ya van tres consecutivas que pierde), lo intentó todo. Dominó, generó, remató… pero no le alcanzó.

La española Irene Guerrero abrió el marcador al minuto 35, tras un rebote mal defendido por la arquera Esthefanny Barreras. Después, Scarlett Camberos prendió un derechazo brutal desde fuera del área que se coló en el ángulo: 2-0. Con más de media hora por delante y un gol de desventaja en el global, parecía que América lo tenía en la bolsa.

Pero ahí empezó la épica tuza.

Primero, resistieron los embates con oficio, con Esthefanny Barreras convirtiéndose en figura a pesar del error en el primer gol. Después, vino la expulsión de Daniela Flores por doble amarilla, y con una jugadora menos, el panorama se nubló por completo para Pachuca. Y justo cuando más lo necesitaban, apareció el alma del equipo: una defensa compacta, sacrificada, sin miedo a despejar, a barrerse, a luchar cada pelota como si fuera la última.

Y mientras América sacaba del campo a Monserrat Saldívar —una de sus mejores jugadoras esa noche—, el equipo se desdibujó. Las Águilas no encontraron caminos claros, se nublaron, se desesperaron. Pachuca, con diez y con el orgullo de tantas finales perdidas a cuestas, se convirtió en muralla. El Azteca fue testigo de cómo el sueño americanista se esfumó frente a un equipo que supo sufrir, pero sobre todo, que aprendió a ganar.

Este título es más que una estrella en el escudo. Es la recompensa a años de trabajo, de resistencias, de crecer con cada tropiezo. Las Tuzas habían perdido tres finales antes de esta, pero hoy ya pueden decir que son campeonas.

Con este campeonato, Pachuca se suma al grupo de élite de la Liga MX Femenil: Tigres con seis títulos, Monterrey con cuatro, América y Chivas con dos. Ahora, también hay que decirlo fuerte: Pachuca ya está en esa conversación.

Y así, en medio de lágrimas, gritos y abrazos en el Azteca, se cerró un capítulo más de este torneo. Uno que no se olvidará pronto. Porque no todos los días se hace historia… y mucho menos con diez.