En medio de la indignación nacional por el caso de Irma Hernández Cruz, maestra jubilada y taxista secuestrada y posteriormente fallecida en Veracruz, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su pesar por lo ocurrido y aseguró que su gobierno trabaja a diario para que hechos como este no se repitan en el país.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria fue cuestionada sobre el tema, especialmente por las controvertidas declaraciones de la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, quien afirmó —en tono desafiante— que la maestra murió por un infarto, “les guste o no les guste”, lo que desató duras críticas en redes sociales y entre actores políticos.
Sheinbaum evitó confrontar directamente a la gobernadora, pero fue clara en su postura:
“Todo homicidio, y particularmente el de la maestra, es lamentable. No queremos que esto pase en nuestro país”.
La presidenta señaló que, independientemente de si la causa de muerte fue un infarto producto del terror que vivió o una agresión directa, lo ocurrido es igualmente grave y requiere atención inmediata. Confirmó que el Gabinete de Seguridad federal ya está involucrado y pidió que se informe públicamente el avance de las investigaciones.
“La circunstancia, el contexto de esta situación que vivió la maestra Irma, es importante que se dé a conocer por el Gabinete de Seguridad”, apuntó Sheinbaum, destacando además que hay personas detenidas por este caso, gracias a las labores de la Fiscalía estatal.
Del otro lado, Rocío Nahle ha optado por una postura más confrontativa ante las críticas. En su respuesta, aseguró que la maestra fue violentada por un grupo criminal, lo que desencadenó un infarto que terminó con su vida.
“Eso fue lo que dije y eso es lo que pasó, les guste o no”, dijo Nahle, visiblemente molesta, y acusó a sus críticos de ser “generadores de odio” que buscan capitalizar el dolor de la familia.
El caso de Irma Hernández ha encendido el debate sobre la violencia contra las mujeres en México, el papel de las autoridades estatales y la necesidad de mayor sensibilidad y responsabilidad en el manejo público de este tipo de tragedias. No solo por la gravedad del hecho, sino también por cómo se comunican las autoridades en momentos de duelo y tensión social.
Este incidente no es aislado. Veracruz es uno de los estados que recurrentemente aparece entre los primeros lugares en cifras de feminicidios y violencia contra las mujeres, lo que añade urgencia a la exigencia de justicia y prevención.
Mientras la Fiscalía avanza en las indagatorias, el mensaje desde Palacio Nacional es claro: la investigación debe ir a fondo y la comunicación, ser empática y transparente. Porque detrás de cada cifra hay un nombre, una historia, y en este caso, una maestra que trabajaba como taxista para salir adelante, y cuya muerte no puede ni debe pasar como una estadística más.
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