En medio del receso legislativo y con varios temas calientes en la agenda nacional, el senador Ricardo Monreal Ávila no se guardó nada. Desde su posición como presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y coordinador del grupo parlamentario de Morena, lanzó varios mensajes clave sobre lo que está pasando en México y lo que se está moviendo en Washington y Pekín.
Primero, el tema que más alarma ha causado a millones de familias mexicanas: la intención de algunos legisladores en Estados Unidos de imponer impuestos a las remesas. Monreal fue claro: eso no se puede permitir. Saludó la iniciativa de una comisión plural de senadores mexicanos que viajó a EE. UU. para sensibilizar a sus contrapartes norteamericanas sobre el daño que esa medida tendría, especialmente para las personas que sostienen a sus familias desde el otro lado de la frontera.
“Estamos mandando cartas a los congresistas, hablando con los clubes de migrantes, buscando que se escuche nuestra voz”, dijo. Porque si algo queda claro en esta batalla, es que México no se va a quedar cruzado de brazos si se tocan los envíos de dinero que cada mes son el salvavidas económico de millones de hogares.
Pero no todo fue política exterior. También confirmó que Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, comparecerá ante la Jucopo el jueves 22, como parte de una serie de encuentros que también incluirán a Omar García Harfuch y al fiscal Alejandro Gertz Manero. Sí, los pesos pesados de la seguridad y la justicia rendirán cuentas.
A propósito de seguridad, Monreal condenó el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores cercanos de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada. Aseguró que estos hechos no deben empañar la estrategia nacional de seguridad, que —según él— ha comenzado a dar resultados con la llegada de Claudia Sheinbaum al poder. Pidió esperar a que las autoridades hagan su trabajo, evitar especulaciones y apostarle a que se haga justicia sin show mediático.
Sobre el debate de moda en el Congreso, la reducción de la jornada laboral a 40 horas, Monreal fue prudente pero no evasivo: todas las propuestas son bienvenidas, dijo, siempre que vengan de forma seria y bien sustentada, ya sea del sector patronal o de los sindicatos. La discusión vendrá, y será a fondo.
Y cuando le preguntaron por la visita del diputado Sergio Gutiérrez Luna a China, Monreal cerró filas. Confirmó que la invitación fue real, que él mismo la declinó por exceso de trabajo, y que no hay ningún gasto a cuenta del erario. Explicó que se trata de un encuentro entre congresos, parte normal de la diplomacia parlamentaria, sin implicaciones para la política exterior o económica del país, que sigue en manos de la presidenta Sheinbaum.
“No es un viaje de placer”, aclaró. Y tampoco, dijo, se trata de elegir entre Estados Unidos o China: México puede y debe hablar con todos, sin perder de vista su papel en el mundo y su alianza comercial principal con el vecino del norte.
En resumen, Monreal no solo sigue activo pese al receso legislativo, sino que pone el foco donde más aprieta: defender el bolsillo de los migrantes, mantener la institucionalidad en temas de seguridad, y dejar claro que la política exterior sigue en orden… aunque se crucen intereses en el camino.
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