MC celebra paridad y ley en elección de la Mesa Directiva

Por Bruno Cortés

En San Lázaro, donde las tensiones políticas suelen estar a la orden del día, ayer se dio un respiro de institucionalidad que pocos esperaban. La diputada Ivonne Ortega Pacheco, coordinadora del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, salió sonriente de la Junta de Coordinación Política (la famosa Jucopo), porque ahí se amarró un acuerdo que no solo evita pleitos, sino que también manda un mensaje claro: en la Cámara de Diputados se respeta la ley, se apuesta por la pluralidad y, por fin, se reconoce la paridad de género.

El tema de fondo era nada más y nada menos que la elección de la nueva Mesa Directiva, ese órgano que lleva la batuta en las sesiones, organiza el debate y, en la práctica, decide el orden del día. En otras palabras, es el timón de San Lázaro. Y aunque muchas veces estas negociaciones acaban en jaloneos partidistas, esta vez prevaleció lo que dicta la norma: la presidencia debía recaer en la segunda fuerza política de la Cámara, que actualmente es el PAN.

Lo que sorprendió fue el giro de género. En la conferencia de prensa, Ortega no escatimó en reconocer que los coordinadores parlamentarios, y en particular Ricardo Monreal Ávila de Morena, se abrieron a que la presidencia fuera encabezada por una mujer. Así se eligió a Kenia López Rabadán, panista conocida por su estilo frontal y su perfil institucional, como la nueva presidenta de la Mesa Directiva.

Para Ortega, este acuerdo es más que un trámite: es un mensaje de madurez política. “Se priorizó la ley, lo que va a garantizar es que la segunda fuerza esté representada, y además se respetó la pluralidad de la Cámara”, señaló. En pocas palabras, no se trató solo de cumplir con un requisito legal, sino de fortalecer el equilibrio de fuerzas en un Congreso donde cada partido suele jalar agua para su molino.

El nombramiento de López Rabadán, además, refuerza el compromiso con la paridad, una bandera que ha ido ganando terreno en la política mexicana y que, en esta ocasión, no quedó en el discurso. Ortega confió en que la nueva presidenta sabrá estar a la altura del cargo, “como institucionalmente la conocemos y como esta Cámara lo exige”.

En tiempos donde los acuerdos parecen una especie en extinción en la política mexicana, lo ocurrido en la Jucopo pinta como un respiro. La Cámara de Diputados arranca un nuevo capítulo con una presidencia panista, femenina y con el respaldo de la mayoría de fuerzas. Y aunque la negociación política nunca se detiene, al menos esta vez la ley, la pluralidad y la paridad salieron ganando.