Después de más de dos décadas, Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis regresan a la gran pantalla como madre e hija en la esperada secuela de Otro Viernes de locos, comedia que marcó a toda una generación. Esta vez, la cinta de Disney se estrenó con gran entusiasmo en la Ciudad de México, en una presentación repleta de nostalgia y emoción para los fans de la cinta original de 2003.
“Hicimos esta nueva película para la audiencia, para los fans que amaron la primera. Es muy difícil poder traer algo así a toda esta gente”, expresó Jamie Lee Curtis, de 66 años, durante la alfombra roja, donde ambas actrices fueron recibidas con ovaciones y pancartas de cariño.
Un regreso esperado con una nueva generación
En esta nueva entrega, Anna (Lohan) ya es madre, y la peculiar maldición de cambio de cuerpos se transmite a una nueva generación. Esta vez, no solo ella y su madre Tess (Curtis) se verán involucradas, sino también las hijas adolescentes de Anna, generando una triple dosis de enredos intergeneracionales.
“Volver a rodar con Jamie fue como andar en bicicleta, pareció que no habían pasado los años”, aseguró Lohan, de 39 años, quien también reveló que esta visita a México fue su primera, pero no será la última: “Mis fans mexicanos son los más fieles del mundo”.
Rock, nostalgia y videoclubs
Con el espíritu de los 2000, las actrices entraron de la mano bailando al ritmo de una banda de rock en vivo, evocando la era de los videoclubs, los pantalones anchos, las plataformas, y los viernes familiares frente a la televisión.
Durante la proyección, figuras del espectáculo como Bárbara de Regil y su hija Mar recordaron la importancia de este tipo de historias que han unido a madres e hijas, destacando la capacidad del cine para tender puentes generacionales.
Una cinta con mensaje familiar
“Todos somos adolescentes en algún punto. Son hambrientos de vida, y eso hace que sus historias siempre sean emocionantes de interpretar”, comentó Curtis, haciendo referencia al reto de interpretar a una joven a pesar de su edad.
La película se suma a la lista de reboots de Disney, como el reciente Lilo & Stitch (2025), en un intento por conectar con la audiencia moderna, sin perder la esencia entrañable que caracterizó a los clásicos del estudio.
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