Indignación en Durango: muere adolescente tras cirugía estética sin consentimiento

Por Juan Pablo Ojeda

Una tragedia sacudió a Durango: Paloma Nicole A. E., una adolescente de apenas 14 años, murió el pasado 20 de septiembre tras haber sido sometida presuntamente a una cirugía de aumento de busto sin autorización de su padre.

De acuerdo con el certificado de defunción, la menor falleció a causa de un edema cerebral, una cefalopatía hipóxica y bradicardia. Sin embargo, el padre de la joven denunció que detrás de esta muerte hay una operación estética que jamás fue consultada con él.

Carlos Said, padre de la adolescente, relató que todo comenzó el 11 de septiembre, cuando su hija dio positivo a COVID-19. Según lo que le informó la madre de la menor, se la llevaría a la sierra para recuperarse. Pero días después, Paloma fue hospitalizada por un paro respiratorio que le inflamó el cerebro, lo que obligó a inducirle un coma.

Tras varios intentos médicos, el daño fue irreversible. La joven fue declarada con muerte cerebral y finalmente desconectada. Fue en el velorio donde el padre descubrió la verdad: al despedirse de su hija, notó que llevaba un corpiño quirúrgico. Al revisar el cuerpo junto con familiares, encontraron cicatrices y evidencias de implantes mamarios.

“Quiero justicia por mi niña, no quiero que queden así las cosas. Quiero que se sepa la verdad y quien tenga que caer, que caiga”, exigió el padre, quien acusó a la actual pareja de su exesposa de haber realizado la cirugía junto con ella, pese a que ninguno tendría formación médica acreditada.

Ante la denuncia, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Durango abrió una carpeta de investigación por probable omisión de cuidados de la madre, así como presunta mala praxis y homicidio culposo contra quien realizó la intervención. La fiscal Sonia Yadira de la Garza aseguró que se procederá con transparencia y apegados a derecho para esclarecer el caso y castigar a los responsables.

La muerte de Paloma Nicole no solo generó dolor en su familia, sino también indignación social, pues pone sobre la mesa la falta de control en prácticas médicas clandestinas y los riesgos a los que muchas adolescentes se exponen en busca de estándares de belleza.