Diogo Jota entra al Salón de la Fama de Wolves

Por Juan Pablo Ojeda

La trágica muerte de Diogo Jota ha dejado una profunda huella en el mundo del fútbol. Su partida no solo ha conmovido a los seguidores del deporte, sino también a todos los clubes por los que dejó su marca. Uno de ellos, Wolverhampton Wanderers, ha decidido rendirle un homenaje eterno: su incorporación al Salón de la Fama del club.

Un legado imborrable en Molineux

Diogo Jota fue mucho más que un delantero talentoso. Su paso por los Wolves, entre 2017 y 2020, dejó una huella imborrable tanto en lo deportivo como en lo humano. El atacante portugués se convirtió en uno de los grandes ídolos de la afición, gracias a su entrega, goles memorables y liderazgo dentro del campo.

Fuera del terreno de juego, su figura fue igualmente respetada y admirada. A las afueras del Molineux Stadium, los aficionados se volcaron en homenajes espontáneos: fotografías, camisetas, velas y mensajes llenaron el entorno del club en señal de luto y cariño.

Un reconocimiento excepcional y unánime

“El Salón de la Fama, que es administrado independientemente por un comité presidido por la leyenda de los Wolves, John Richards, actuó rápidamente para tomar esta rara y sentida decisión, luego de la trágica y prematura muerte de Diogo y su hermano menor, André», señaló el club en un comunicado.

Wolves destacó que esta clase de nombramientos normalmente requiere largos debates y consensos, pero en esta ocasión, la decisión fue inmediata y unánime. “Es un reflejo de la abrumadora emoción que sienten los hinchas y la comunidad futbolística en general, y el notable legado que deja Diogo”, concluyeron.

Muestras de cariño que trascienden fronteras

El impacto de Jota trasciende colores. En Liverpool, donde también brilló con el conjunto de Anfield, se pintó recientemente un mural en su honor, evidenciando el respeto y afecto que generó tanto en compañeros como en aficionados.

La figura de Diogo Jota será recordada por siempre, no solo por sus logros deportivos, sino también por la humanidad y pasión que entregó en cada camiseta que defendió. Wolves, su casa en Inglaterra, ya lo ha inmortalizado. El fútbol no lo olvidará.