Alejandro Moreno justifica agresión a trabajador del Senad

Por Juan Pablo Ojeda

El escándalo en el Senado no termina. Alejandro Moreno Cárdenas, senador y dirigente nacional del PRI, salió este jueves a explicar su participación en el altercado que protagonizó con Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva, y que derivó en la agresión a Emilio González, trabajador del Senado, durante el cierre de la sesión de la Comisión Permanente.

En una entrevista con Ciro Gómez Leyva, Moreno aseguró que el trabajador se interpuso entre él y Noroña segundos después de que iniciara la confrontación. Según el priista, González llegó por detrás, tocó su espalda y portaba lo que él percibió como un tubo, lo que le hizo creer que iba a ser agredido. “Por eso lo empujamos, junto con otra persona más. Cuando cae al suelo, le dije que no podía estar ahí, que se mantuviera alejado de la tribuna”, explicó.

Moreno argumentó que el incidente se produjo en el contexto de que el trabajador no tiene permitido acercarse a la tribuna según el reglamento interno del Senado. Además, acusó a Morena de haber realizado un montaje para exagerar las lesiones de González. “Hacen un montaje con collarines y vendas, dan una rueda de prensa y después muestran videos donde sale caminando. Es simulación, una estrategia para amedrentar y presionar, pero no lo van a lograr”, afirmó.

El senador priista también insistió en que las denuncias presentadas contra él son falsas y buscan dañar su reputación. “Lo que no podemos permitir es que en México se siga destruyendo el régimen democrático con montajes y denuncias sin sustento”, subrayó.

El altercado se produjo al término de la sesión de la Comisión Permanente, luego de que Fernández Noroña negara a los senadores del PRI el uso de la palabra. En respuesta, Moreno confrontó al legislador de Morena, iniciando una serie de empujones, jaloneos y golpes que involucraron también a trabajadores y otros legisladores presentes.

Los videos difundidos en redes sociales muestran claramente cómo Moreno agredió a Fernández Noroña y lanzó golpes a los trabajadores y senadores cercanos, provocando un fuerte debate en medios y en la opinión pública. La situación ha generado condenas de legisladores de diferentes bancadas y ha llevado a que se presenten solicitudes de sanciones formales contra el dirigente priista.

La disputa ha evidenciado, una vez más, la tensión entre las bancadas en el Senado y los riesgos que implica la falta de control en la interacción entre legisladores y personal del recinto legislativo. Mientras algunos sectores exigen sanciones, Moreno mantiene su postura de defensa, insistiendo en que actuó bajo “circunstancias de seguridad” y que las acusaciones en su contra son parte de un intento de desacreditarlo políticamente.