La presidenta Claudia Sheinbaum dejó claro que los agentes de Estados Unidos no operan ni coordinan directamente en territorio mexicano desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia, y que esa política se mantiene en su gobierno. Sin embargo, sí reconoció que la Fiscalía General de la República (FGR) actúa con base en inteligencia proporcionada por agencias estadounidenses, especialmente en operativos relacionados con el narcotráfico.
Durante su conferencia matutina de este jueves, Sheinbaum explicó que, si bien hay cooperación entre ambos países, esta se da sin subordinación. “A las agencias no les gusta que no puedan entrar como antes. Ellos quisieran seguir operando como en el periodo neoliberal, en el sexenio de Calderón”, dijo en un claro mensaje sobre los nuevos límites de soberanía que defiende su administración.
La mandataria respondió así a una publicación hecha por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, que informó sobre la incautación de drogas y el desmantelamiento de tres narcolaboratorios en Sinaloa. En su mensaje, el ICE afirmó que fue una operación dirigida por su unidad HSI (Investigaciones de Seguridad Interior), en coordinación con autoridades mexicanas. Incluso difundió una serie de fotografías, una de las cuales mostraba a supuestos agentes armados en una unidad de transporte.
Pero Sheinbaum desmintió la imagen y cuestionó su autenticidad: “Es falsa esa fotografía que sale en primera plana de La Jornada. No corresponde a ninguna operación en México”, aseguró. Aunque aceptó que el operativo sí ocurrió, puntualizó que fue liderado por la FGR, tras recibir una denuncia de parte de la embajada de EE.UU.
De hecho, explicó que es común que agencias estadounidenses pongan denuncias formales ante la FGR sobre laboratorios o cargamentos ilegales de precursores químicos, y con esa información, la Agencia de Investigación Criminal (AIC) despliega los operativos. “No hay participación directa de agentes de EE.UU. en campo”, reiteró Sheinbaum.
La Embajada de Estados Unidos en México, por su parte, publicó una versión más mesurada. Indicó que los laboratorios en Sinaloa fueron asegurados por un equipo de la AIC “certificado por ICE y HSI”, sin afirmar que se trató de una operación dirigida por agencias estadounidenses.
El caso revela la tensión entre la necesidad de cooperación internacional en temas de seguridad y la defensa de la soberanía nacional. Si bien ambos países colaboran en el intercambio de inteligencia —incluso Sheinbaum mencionó que información de México ayudó a desmantelar un laboratorio en Arizona—, el gobierno mexicano marca una línea clara para evitar la intromisión directa de agencias extranjeras en operativos dentro de su territorio.
En un contexto donde la seguridad y el narcotráfico son temas críticos en la relación bilateral, esta aclaración refuerza el mensaje del actual gobierno: sí a la cooperación, no a la injerencia.
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