Los Green Bay Packers (5-1-1) demostraron su poderío en Acrisure Stadium y vencieron con autoridad a unos Pittsburgh Steelers (4-3) que volvieron a mostrar debilidades defensivas y pocas tacleadas efectivas. La gran historia del partido no fue Aaron Rodgers entrando a la historia, sino la noche soñada del ala cerrada Tucker Kraft, quien se robó los reflectores con dos anotaciones impresionantes.
Aunque los Acereros comenzaron bien, anotando los primeros tres puntos y deteniendo en tres jugadas a Jordan Love, todo cambió gracias a la fuerza y capacidad de Kraft. El primer touchdown del tight end llegó en el primer cuarto, seguido del primer pase de anotación de Love, y nuevamente en la siguiente serie ofensiva, donde dejó una gran posición de campo para los Packers. Brandon McManus falló un intento de gol de campo, mientras que Chris Boswell fue efectivo para mantener algo de esperanza para Pittsburgh.
Aaron Rodgers intentó mantener a los Steelers a raya, pero encontró dificultades para conectar con sus receptores. Aún así, logró colocar a su equipo en territorio de anotación y DK Metcalf encontró las diagonales antes de que se cerrara la primera mitad, aunque la ventaja no se mantuvo en la segunda mitad.
Debacle en Pennsylvania
En la segunda mitad, los Steelers no pudieron frenar a la ofensiva de los Packers. Tucker Kraft volvió a destacar con una recepción imposible y otra atrapada clave en cuarta oportunidad, lo que abrió la puerta para la anotación de Savion Williams. Pittsburgh lo intentó, presionando a los Packers, pero la defensa de Green Bay seguía siendo letal.
El momento clave llegó en el último cuarto cuando Micah Parsons, defensivo estrella de Green Bay, derribó de manera espectacular a Rodgers, mostrando que la línea defensiva de los Packers no se relajaría hasta asegurar la victoria.
La ofensiva de los Packers cerró la fiesta con otra anotación de Tucker Kraft y un touchdown de Josh Jacobs, sellando un marcador final de 35-25. Kraft terminó con siete recepciones, 143 yardas y dos touchdowns, consolidándose como la gran figura del partido y dejando a los Steelers sin posibilidades de revertir la situación.
Al final, aunque Aaron Rodgers no logró entrar al selecto grupo de mariscales que han vencido a los 32 equipos de la NFL, Green Bay reafirmó su potencia ofensiva y defensiva, y Tucker Kraft demostró que los tight ends pueden cambiar el rumbo de cualquier juego.

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