Morena impulsa revisión de leyes tras tragedia de pipa en Iztapalapa

Por Bruno Cortés

La tragedia ocurrida el pasado 10 de septiembre en Iztapalapa, donde explotó una pipa de gas LP al ingresar al Distribuidor Vial de la Concordia y dejó un saldo de 28 personas fallecidas, ya detonó un nuevo frente de discusión en el Congreso de la Ciudad de México.

Diputados de Morena anunciaron que impulsarán una revisión integral de las leyes relacionadas con la distribución y transporte de gas en la capital, con el objetivo de garantizar seguridad a los millones de capitalinos que conviven a diario con este combustible.

Durante la transmisión dominical “La Chilanguera”, el vocero Paulo Emilio García adelantó que en el análisis participarán la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), el Heroico Cuerpo de Bomberos y legisladores locales.

“Son el 80% de las casas quienes viven con gas LP, que fue lo que transportaba la pipa de este penoso incidente. Queremos que se garantice la seguridad de quienes transitan en la ciudad y el derecho a la energía de quienes consumen este combustible”, señaló García.

La propuesta, enfatizó, no busca ser una reacción improvisada, sino una legislación seria y profesional que fortalezca las responsabilidades tanto del gobierno como de las empresas distribuidoras, exigiendo mejores condiciones en tanques y vehículos que trasladan gas.

PAN pide medidas más estrictas

Desde la oposición, el PAN en el Congreso capitalino ya había propuesto cambios legales. El diputado Diego Orlando Garrido planteó modificar la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo local para que la Secretaría de Movilidad establezca horarios diferenciados al transporte de carga, incluyendo el que moviliza materiales peligrosos.

“Los protocolos administrativos del gobierno capitalino son insuficientes. Necesitamos una ley clara que prohíba el paso de pipas cerca de áreas concurridas”, advirtió Garrido, quien también llamó a realizar un parlamento abierto que incluya la voz de transportistas y empresarios.

Por ahora, la iniciativa panista permanece detenida en comisiones legislativas, mientras la tragedia de Iztapalapa se convierte en un duro recordatorio de los riesgos que implica el transporte de combustibles en zonas densamente pobladas.